martes, 9 de octubre de 2012

DE OTRA MANERA (Saiz de Marco)

Hay muchos universos y en cada uno ocurren las cosas de modo distinto. Digamos que pasan de todas las formas posibles.

En este universo, por ejemplo, Europa fue descubierta por los americanos. Llegaron a bordo de enormes canoas. En unas cuantas décadas conquistaron todo el continente. Gran parte de los europeos fueron reducidos a la esclavitud y obligados a trabajar en las plantaciones que establecieron los americanos. Los europeos del norte fueron brutalmente aniquilados (sólo quedan algunos descendientes en las llamadas “reservas”). La mayoría de las lenguas europeas, como el español o el inglés, desaparecieron. Sus idiomas oficiales son ahora el quechua y el aimara.

La población negra, tecnológicamente más desarrollada que la de raza blanca, se lanzó a la llamada “trata de esclavos”. Capturaron a miles de hombres blancos y, atados con cadenas, los llevaron en barco a África. Allí los vendieron como esclavos al servicio de los negros. Tanto ellos como sus hijos eran legalmente “cosas”: objetos que se usan, se rompen o se tiran.

Un grupo étnico (los alemanes, vulgarmente llamados “arios”) por circunstancias históricas hubo de emigrar y dispersarse por la Tierra. En uno de los Estados más cultos del mundo los “arios” fueron perseguidos, recluidos en guetos y campos de concentración, y sujetos a trabajos forzados. Seis millones de ellos fueron exterminados en cámaras de gas, en lo que se conoce como el “holocausto ario”.

La riqueza planetaria está pésimamente repartida. Mientras el continente africano vive en el derroche, el llamado “tercer mundo” (Europa y Estados Unidos) sufre el azote continuo de las epidemias, el analfabetismo y las hambrunas.

Hay un sinfín de universos, paralelos pero distintos. En cada uno de ellos las cosas suceden de diferente modo. Digamos que pasan de todas las formas posibles.

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