miércoles, 31 de octubre de 2012

GUERRA Y PAZ (Saiz de Marco)

Nació en 1935, de modo que sus primeros recuerdos coinciden con el inicio de la guerra, cuando acababa de cumplir cuatro años. Son recuerdos de sirenas que alertan, de carreras en los brazos de su madre para alcanzar el refugio, de estruendo de bombas, de olor a quemado, de tejados hundidos y paredes rotas… Son sus recuerdos primeros y también los siguientes.

Porque en los años siguientes continuó habiendo alarmas, bombardeos, edificios derruidos, humo en la calle, cascotes, ruinas. Siguió habiendo gente que al oír un zumbido miraba al cielo y decía “es de los nuestros” o “es enemigo”. En las conversaciones de los adultos nunca faltaban las palabras “soldados”, “frente”, “batalla”, “ejército”…

En ese ambiente fue creciendo y cumpliendo años. Acaba de cumplir diez. De ellos ha pasado seis, desde 1939, en guerra: casi toda su vida consciente.

Y por eso, ahora que estamos en 1945, al oír que la guerra ha terminado le resulta difícil hacerse a la idea: “Así que la guerra no es lo normal, lo natural. Así que puede haber vida sin aviones enemigos, sin refugios subterráneos, sin obuses… Puede haber vida sin guerra. O sea, que todo eso no es inseparable de la vida. Qué raro”.

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