Los ojos son dos globos con fibras y mucosas. Dentro hay músculos, líquido, nervios, secreción, venas. Es todo cuanto amas cuando amas dos pupilas.
Tu perro no te quiere: es un instinto ancestral, fruto de la simbiosis con humanos. Desde tiempos prehistóricos ayudaban a los hombres a cazar. Éstos, a cambio, les dejaban apurar los huesos.
La alegría, la esperanza son procesos neuronales. Prueba a comer sesos de oveja o de vaca: no te sabrán a sueños.
El cielo no es cielo ni tampoco azul. Son gases atmosféricos que envuelven la geomasa. Ondas electromagnéticas hacen el resto.
El arco iris no existe. Es luz que se refracta: puro subjetivismo.
Fenómenos, reacciones. Física y química (como aquella asignatura en el instituto). Así es todo lo que amas.
Y ahora ya puedes tener los pies en el suelo, afrontar la realidad tal como es.
Pero si no resistes, diles sencillamente: “Sentidos, percepción: ya sé que me engañáis. Sé que estáis confundiéndome, haciendo que perciba meras irrealidades. Pero, aunque nada de esto que amo exista realmente, lo que yo experimento -este amor- sí es real".
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